El municipio de Pinto cuenta con mucha historia, y toda ella está guardada en cada uno de sus barrios, en especial los del casco antiguo. Una de las zonas con mayor historia y que se ubica en el epicentro de la población es el parque del Egido de la Fuente. Se trata de un parque, también plaza y paseo, por el que cada día pasamos muchos de los ciudadanos de Pinto.
La Real Academia Española define la palabra “Egido” como un campo común de un pueblo o lindante con él, que no se labra y donde suelen reunirse los ganados o establecerse las eras.
En diversas localidades se mantiene la denominación de Egido o Ejido en recuerdo a ese antiguo campo. Sin embargo, en Pinto, a diferencia de otras poblaciones, esta zona se mantiene prácticamente idéntica desde su origen, en el mismo lugar, en el centro de la población, y sigue llenando de vida el municipio.
Durante los últimos 40 años, ha sufrido diversas remodelaciones. Los más longevos recuerdan el antiguo arroyo que lo cruzaba y los barrizales que allí se formaban en época de lluvias, hoy canalizado subterráneamente; y el tradicional pilón, que servía como abrevadero a los animales, más tarde convertido en la fuente del Egido. Se construyeron después zonas recreativas, paseos, un estanque, nuevas viviendas a su alrededor y la anexión de nacientes barrios colindantes, que convirtieron esta zona en una de las más importantes del municipio.
En el Egido se encuentra, según una vieja leyenda, el punto céntrico de la península ibérica. Es conocida como la Leyenda del Arca, y según información oficial del Ayuntamiento de Pinto, cuenta cómo los árabes hicieron unas mediciones que situaron en el Egido, concretamente en la esquina Xata, el punto céntrico de la península ibérica y, enterrado en este punto, un arca con los instrumentos utilizados para llevar a cabo tales mediciones. Actualmente tiene instalado un monolito para identificarlo, y de ahí su nombre, del latín “punctum”, punto, centro geográfico.
Otro elemento peculiar del Egido es su vegetación, cuenta con unos 750 ejemplares de distintas especies vegetales. Los más numerosos son los abetos del Caúcaso, palmito elevado, pino carrasco, sófora, tejo, ciruelo, ciprés de Arizona, chopo, eucaplito, morera, olmo, palmera, fresno… lo que hace de él una de las zonas con mayor diversidad vegetal.
Por todo ello, te aconsejamos que des un paseo por este parque tan lleno de historia.
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